Mediojuego, de Seanan McGuire

  

Arte de breath-art

Sinopsis:

Roger y Dodger son hermanos, pero ellos no lo saben. Tienen capacidades más allá de lo común: Roger con las palabras, Dodger con los números, pero ni siquiera vislumbran lo que esto significa. Solo una cosa es segura: sus vidas estás conectadas irremediablemente.

Reed, experto alquimista, tiene un plan: elevar los gemelos al poder más alto jamás conseguido, ascender con ellos y hacerse con el control del mundo. Casi puede tocar la divinidad con la punta de sus dedos. Solo necesita que los gemelos hagan su parte.

Mientras poderosas fuerzas más allá de nuestra realidad y del tiempo mueven los hilos de sus vidas, Roger y Dodger irán descubriendo su misterioso origen y el destino que les fue asignado mucho antes de nacer. Solo ellos podrán cambiar el final de su propia historia y de toda la humanidad.

Ficha:

Título: Mediojuego.

Autor: Seanan McGuire.

Editorial: Red Key Books.

Traductor: Jesús Cañadas. 

Portada: Andrés Sáez.

Número de páginas: 499.

Sobre la autora:

Seanan McGuire es una reconocida autora californiana de nacimiento. Conocida por sus libros de fantasía urbana, escribe también ciencia ficción oscura con el seudónimo de Mira Grant. También es autora de la serie de fantasía infantil Up-and-Under bajo el nombre de A. Deborah Baker. Su serie de "Los niños descarriados" ha recibido los premios Hugo, Nébula, Alex y Locus. Mediojuego es la primera novela de la serie Alchemical Jouerneys, y ha sido galardonada con el premio Locus 2020, además de ser finalista de los premios Hugo. Cuando no escribe, le gusta ver películas de terror, pasear por ciénagas, grabar discos de música original y perseguir a sus gatos.

Reseña:

Seanan McGuire escribe libros con una atmósfera inquietante. De ello di buena cuenta cuando reseñé el primer libro de la saga de "Los niños descarriados", llamado "Cada Corazón, un umbral". Mediojuego sigue esta dinámica oscura, inquietante, pero a la vez lo hace desde una perspectiva algo menos enfocada a la literatura juvenil. 

Estamos ante un libro de fantasía, que bien podemos encuadrarlo dentro de la fantasía urbana con tintes oscuros. Es la primera novela de la saga "Alchemical Journeys", no obstante, se puede leer perfectamente de forma autoconclusiva ya que cierra totalmente los arcos que abre. Los demás títulos están (o estarán, porque Seanan sigue con ellos todavía) ambientados en el mismo universo. Red Key Books (la editorial que publica "Mediojuego" en castellano), nos traerá el segundo volumen que ya está escrito en inglés. 

Roger y Dodger son dos niños que crecen de forma separada en lugares lejanos y con familias distintas. Cuando son todavía muy jóvenes, descubren que tienen la capacidad de poder establecer una comunicación entre ellos cuando lo deseen. Van a ser los pilares fundamentales sobre los que se sostenga la obra. Su relación, inquietudes, rarezas, su conexión o desconexión con el resto del mundo y sobre todo la necesidad que se gesta en el uno y en la otra de permanecer en contacto será lo que nos guíe de principio a fin. 

Recorreremos la vida de ambos, descubriendo junto a ellos de qué son capaces. Y lo haremos sufriendo en muchos momentos a su lado ya que la principal baza con la que cuenta el libro es la capacidad que tiene para hacernos empatizar con esta fantástica dupla protagonista. La pareja tiene una fuerza innegable como personajes. Esto, además, se ve potenciado totalmente por una prosa bellísima por parte de Seanan. La lectura de Mediojuego se disfruta aún cuando nos narra detalles de lo más mundanos del día a día de Roger y Dodger. Qué bien escribe y qué fácil hace que pasemos una página tras otra. Independientemente de que la historia esconda una trama genial, que la esconde, la novela se disfruta enormemente gracias al estilo de la autora. 

Roger y Dodger, siendo unos personajes potentísimos, no son los únicos que brillan con luz propia. Los villanos destacan sobremanera y si algo puedo achacar al libro, es que Seanan no nos haya regalado más páginas de los dos principales. Tienen carisma e inundan con su presencia las páginas en las que aparecen. 

Existe algunos personajes secundarios que se detallan y a los cuales se les da cierta profundidad permitiéndonos conocerles mejor que enriquecen la historia. Pero hay uno en concreto que prefiero no nombrar y que podríamos considerarlo como un "personaje gris" que hará las delicias del lector. Para mí, supone la cuarta pata de un banco conformado por Roger, Dodger, los villanos y este último que digo. Es, por tanto, un libro de personajes. Una novela que se toma su tiempo para que conozcamos lo que pasa por la cabeza de cada uno de ellos y que los desarrolla con un mimo y detalles exquisitos.

Seanan nos narra una historia que en algunos momentos cobra tintes muy oscuros, sin llegar nunca a tocar el terror, pero que sí pueda desasosegar y generar cierta tensión narrativa en el lector. No se corta a la hora de ser cruda o visceral, pero no quiero con ello dar la falsa impresión de que estemos ante una novela que abusa de escenas violentas o macabras. Las hay, pero son las menos y están siempre al servicio de un fin. En absoluto gratuitas. 

El worldbuilding nos introduce en un mundo que es el nuestro pero con una capa extra. Hay un telón que oculta a una serie de personas y de seres que han jugado con la ciencia hasta romper los límites de lo real. Entra aquí en juego la alquimia, la cual merece ser descubierta por el lector poco a poco. 

Como detalle final, me gustaría resaltar el ejercicio de metaliteratura que realiza la autora a la hora de escribir algunos pasajes firmados por A. Deborah Baker, personaje ficticio de Mediojuego, creadora de un libro que vertebra ciertas cosas dentro del mundo de la novela que nos ocupa y, además, seudónimo de la propia Seanan McGuire para firmar varias de sus obras. Muy curioso. 

En definitiva, Mediojuego es un libro de fantasía con unos personajes inolvidables, tanto protagonistas como villanos. Tiene una trama que se va enredando poco a poco y aunque transcurre en general de forma lenta, la prosa de la autora nos deleita a lo largo de toda la novela haciendo que su lectura sea muy fluida. Muy recomendable.

Hay muchísima sangre. 

Roger no sabía que hubiera tanta sangre en el cuerpo humano. Parece imposible, ridículo, un derroche de algo que debería ser escaso y valiosísimo... y, sobre todo, que debería estar contenido. Toda esa sangre debería encontrarse dentro del cuerpo en el que estaba y, sin embargo, ahí está, junto a Roger. Todo ha salido mal.