Matilda, de Roald Dahl


 

Sinopsis:

Matilda es genial. Sin haber cumplido los cinco años ha leído ya a numerosos autores y atesora unos asombrosos conocimientos. Sus mediocres padres, sin embargo, la consideran una inútil. Por eso decide desquitarse. Y cuando empieza a ir a la escuela y se enfrenta a la terrible señorita Trunchbull, entonces la niña hace algo maravilloso...


Ficha:

Título: Matilda

Autor: Roald Dahl

Editorial: Alfaguara

Portada: Quentin Blake

Número de páginas: 230


Sobre el autor:

Roald Dahl es un escritor nacido en 1916, en el País de Gales. Ingenioso, divertido, dotado de una explosiva imaginación, está considerado como un indiscutible maestro de la literatura infantil. Su libro Charlie y la fábrica de chocolate obtuvo el número 1 en una encuesta realizada por el Sunday Times para elegir los diez mejores libros para niños de todos los tiempos.



Reseña:

Cuando tienes que hablar sobre un libro de literatura juvenil, es importantísimo el enfoque y la perspectiva del lector. No es lo mismo leerlo cuando perteneces al sector de edad al que va destinado (desde 12 años), que disfrutar de la lectura cuando ya estás entrado en años y la cuarentena asoma. Por fortuna, la mayoría de libros que encontrarás en este blog, pertenecientes a la categoría de juvenil, serán obras que hayan sido disfrutadas por mi parte desde el punto de vista que me ofreció el leerlo de niño y el leerlo junto a mis alumnos ahora. Este es el caso de Matilda. Llevé a cabo mi primera lectura en el año 95 y la última fue este mismo año, con mis alumnos y alumnas de sexto de Educación Primaria.

Quería aclarar todo esto, porque la idea que existe en mi mente sobre el libro, es una amalgama de sensaciones de mi niñez, de recuerdos muy placenteros y de otras sensaciones distintas pero igualmente satisfactorias que he sentido ahora en clase, en una lectura colectiva y en voz alta. Así que gracias, niños y niñas del Pablo Picasso, por compartir conmigo de nuevo esta aventura tan especial.

Centrando ya el tema de la reseña, qué decir de Roald Dahl. Autor de algunos de los libros de mi vida, y no hablo de mi vida como lector de infantil o juvenil, de mi vida como lector en general. Matilda es un libro especial del que me es muy complicado separar la parte sentimental para opinar sobre ello. Pero vamos a ser francos, ninguna opinión es objetiva, o no debería tratar de serlo. Matilda es una niña diferente, de esas que a veces te encuentras como maestro y que de algún modo hace que el universo se detenga cuando escuchas sus razonamientos y su forma de hablar. Es tan especial, que puede hacer cosas que los demás no pueden a su edad. Cosas que incluso algunos adultos ven como algo absolutamente especial y fuera de lo común. Cosas que.... bueno, cosas tan espectaculares que hablaros más de ellas sería caer en destripes. 

Es un libro que nos habla de otros libros, de la importancia de leer y de conocer. De la curiosidad como fuente de vida y de lo vital que resulta escuchar a los pequeños. Por desgracia, el destino ha querido que Matilda tenga unos padres que no pueden ni quieren ofrecerla los estímulos que tanto necesita. Qué digo estímulos, no pueden ofrecerla ni las cosas más básicas que todo padre y madre debería ofrecer a su vástago. 

Puede que estas circunstancias propicien que Matilda sea como es, que la hagan buscar cómo quitarse de encima a quienes hacen de su pequeño mundo un lugar horrible. Porque si su casa puede ser lo contrario a lo que entendemos por hogar, su colegio es lo contrario a lo que entendemos por un centro de educación. La dirección alberga horrores, pero la luz que porta Matilda para combatirlos ya la quisieran alguno de los magos más poderosos que podamos recordar de nuestras lecturas de lo fantástico. Y es que la Trunchbull, su directora, está a la altura de los más temibles villanos que podamos recordar. Y tiene tanta o más presencia que el mismísimo Darth Vader.

Con un estilo sencillo y directo, totalmente acorde a la edad a la que va dirigida, nos sumergimos en las aventuras de Matilda. En su día a día, en sus locas ideas para vengarse de aquellos que lo merecen y de sus reflexiones internas. Dignas de cualquier adulto.

No solo estamos ante un libro tremendamente imaginativo, estamos ante unas páginas que se pasan solas a medida que avanzamos y que arranca asombro en la cara de los niños, risas en muchos momentos y una gran sonrisa cuando lo cerramos una vez finalizado. Cuando algo permanece tantos años en tu imaginario y descubres que comienza a hacer el mismo efecto en lectores jóvenes de ahora, tienes la certeza de que se trata de un libro imperecedero. De algo que podrás leer a tus nietos y que verás reflejado en sus caras lo mismo que sentiste de niño, lo mismo que viste en tu edad adulta en tus alumnos y lo mismo que verán seguramente las generaciones venideras que durante tantos años darán la mano a Matilda en sus andanzas.

Seas niño o adulto, lo hayas leído hace años o no, siempre es un buen momento para volver a las páginas de Matilda y si es posible compartir la lectura con niños, mejor. 

¿Qué demonios tiene de malo la televisión? ¡Hemos comprado un precioso televisor de doce pulgadas y ahora vienes pidiendo un libro! Te estás echando a perder, hija...

                             El señor Wormwood


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Comentarios

  1. Hola profe, me he leido la reseña, Me ha gustado mucho soy del A. :)

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    1. Hola. Me alegra que te haya gustado la reseña. El libro es fantástico. Anímate a leerlo. Pero dime quién eres que con decirme que eres del A no te reconozco, jeje.

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  2. Hola profe me ha gustado mucho la reseña, soy del A, adivina jsjs.

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