El día de los trífidos, de John Wyndham

 

Sinopsis:

"Si sabes que es miércoles y la mañana empieza como si fuera un domingo, algo muy grave tiene que estar pasando en alguna parte". De esta forma tan inocua comienza una de las novelas más famosas de catástrofes. Al día siguiente de que una lluvia de meteoritos caiga sobre Inglaterra, Bill Masen es uno de los pocos afortunados que conserva la vista. Londres está llena de hombres y mujeres que vagan en busca de ayuda y en algunos casos tratan de esclavizar a quienes todavía pueden ver. Pero en este mundo postapocalíptico tienen que sobrevivir a otra amenaza: los trífidos, unas plantas carnívoras de más de dos metros de alto, que pueden desplazarse y que poseen aguijones letales. ¿Tienen los seres humanos alguna posibilidad ante un enemigo así?

Ficha:

Título: El día de los trífidos.

Autor: John Wyndham.

Editorial: Runas.

Traducción: Catalina Martínez.

Número de páginas: 264.

Sobre el autor:

John Wyndham Parker LUcas Benyon Harris (1903 - 1969) es un autor clásico británico de ciencia ficción. Probó distintas profesiones como agricultor o marchante de arte antes de dedicarse a escribir relatos detectivescos y de ciencia ficción. Entre sus obras hay títulos imprescindibles como "El día de los trífidos", "Las crisálidas" y "El kraken despierta", que se desarrollan en escenarios postapocalípticos. Algunas de sus novelas, como "Los cuchillos de Midwich" y "Choky" también han dado lugar a versiones cinematográficas igual de inquietantes.

Reseña:

El día de los trífidos es uno de los grandes clásicos que abordan un mundo postapocalíptico. John Wyndham nos trajo una potente premisa en la que la humanidad ha quedado ciega casi en su totalidad por un evento a nivel planetario. Además, el ser humano tendrá que luchar contra una especie de planta carnívora que se ha dedicado a cultivar y que pretende establecer una nueva hegemonía en la Tierra (los trífidos). 

Wyndham parte de algo muy potente para mostrarnos cómo poco a poco se va abriendo camino un personaje que es de los pocos afortunados que ha conservado la vista por puro azar. Lo que comienza siendo un sugerente ejercicio de supervivencia, termina mutando en una obra que pretende mostrar parte de la esencia animal que el autor presupone que afloraría ante sucesos de este calibre. Una sociedad que se va a pique y que pretende establecer la ley del más fuerte que en otras ocasiones es contrapuesta a una visión más solidaria en la que una parte de la misma trata de ayudar y solidarizarse con quienes han perdido la capacidad de ver. 

Nos adentramos en un viaje buscando, además de la supervivencia, un sentido a la nueva vida que de golpe se establece para todo el mundo. Bill recorrerá varios escenarios en los que la trama apocalíptica obtendrá pocas o ninguna respuesta, aunque sí se nos irá introduciendo cómo ha llegado a desbordarse la problemática con los trífidos. 

No estamos ante una obra que se centre en escenas trepidantes o de acción, aunque sí  tendrá momentos más movidos. Wyndham está sobre todo preocupado por abordar cómo sería la posible organización social que surgiría en un escenario como el que describe. Y de esta organización, ahonda en diversas ramificaciones ideológicas que confrontará a lo largo del libro. 

Además, las distintas reflexiones filosóficos y morales que se van estableciendo a lo largo de las páginas, suponen seguramente el principal plato fuerte. Son numerosas y de un calado notable. Surgen casi siempre canalizadas mediante un personaje secundario recurrente, que se encarga de dar voz a distintas visiones que el autor quiere poner encima de la mesa. 

Es cierto que este enfoque supone en ocasiones perder el dinamismo de otras partes de la obra y que particularmente me hizo disfrutar menos de ciertos momentos, pero siendo justo, aunque hubiese deseado en algunos momentos algo más de movimiento, el poso final termina siendo muy positivo y para el recuerdo quedan sobre todo estas reflexiones. 

En definitiva, El día de los trífidos es un libro recomendable si buscas una experiencia postapocalíptica con mucha carga reflexiva por encima de la faceta de supervivencia. Tiene ideas potentes y una premisa inicial increíblemente llamativa que queda algo diluida por el enfoque y la estructura que su autor le concedió. 

Me había perdido el fin del mundo por puro accidente...

                                                                   Bill Masen.