Maus, de Art Spiegelman

 




Sinopsis:

Maus es la biografía de Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis, contada a través de su hijo Art, un dibujante de cómics que quiere dejar memoria de la aterradora persecución que sufrieron millones de personas en la Europa sometida por Hitler y de las consecuencias de este sufrimiento en la vida cotidiana de las generaciones posteriores.

Apartándose de las formas de literatura creadas hasta la publicación de Maus, Art Spiegelman se aproxima al tema del Holocausto de un modo absolutamente renovador, y para ello relata la experiencia de su propia familia en forma de memoir gráfica, utilizando todos los recursos estilílsticos y narrativos tradicionales de este género y, a la vez, inventando otros nuevos. La radicalidad narrativa de esta obra marcó un antes y un después en el universo de la novela gráfica, y por ello Maus obtuvo el primer y único premio Pulitzer otorgado a un cómic.



Ficha:

Título: Maus.

Autor: Art Spiegelman.

Editorial: Reservoir Books (Penguin Random House). 

Traductor: Cruz Rodríguez Juiz.

Número de páginas: 296.









Sobre el autor:

Art Spiegelman nació el 15 de febrero de 1948 en Estocolmo, aunque creció y se educó en Estados Unidos. Tras estudiar arte y diseño, en 1966 comenzó a trabajar en la Topps Gum Co., empresa con la que colaboró durante casi veinte años y para la que creó ilustraciones para pegatinas y cromos, entre otros productos. De esa época datan, por ejemplo, sus ilustraciones de La pandilla basura. Simultáneamente, se inició en la publicación de cómics underground y así comenzó a explorar los convencionalismos expresivos del medio.





Reseña:

 

"Sin duda los judíos son una raza, pero no humana" 

                            Adolf Hitler.


Maus es muchas cosas. Es un libro en el que suceden situaciones y hechos terribles, pero no pertenece al género de terror. Es un libro duro, pero es una obra que quieres guardar como oro en paño para que tus hijos, cuando tengan edad suficiente, puedan leerlo. Es un cómic que puedes recomendar con los ojos cerrados a cualquier persona, aunque no le guste el formato o no esté acostumbrado a ello. Pero sobre todas las cosas, Maus es una lectura imprescindible. Como decía Umberto Eco, "es un libro que no se puede dejar de leer".

De todas las etapas oscuras que el ser humano pueda haber sembrado en la historia de la humanidad, seguramente la Segunda Guerra Mundial sea la más lóbrega y de la que más avergonzados nos debemos sentir. Es un momento clave que reconfiguró el mundo y que gestó las bases sobre las que se asientan nuestras sociedades actuales. Maus es historia, es la biografía de un judío que sobrevivió a los campos de exterminio nazis pero que arrastró la muerte en vida durante décadas después del Holocausto. 

La idea de leer esta obra, llegó curiosamente por la noticia sobre la censura que recibió en un condado de Tennesse (Estados Unidos) por parte de la dirección escolar, lo que supuso su retirada de las bibliotecas escolares y la supresión del cómic de los programas escolares, argumentando que aparecían imágenes mostrando cuerpos desnudos y blasfemias. Tras la lectura, puedo afirmar que debería formar parte como lectura recomendada dentro de cualquier programa educativo de Secundaria. No solo sirve para conocer una parte de nuestra historia desde el punto de vista más visceral y directo de alguien que la vivió desde dentro. También sirve para comprobar cómo sus consecuencias se extendieron muchísimos  años después de la finalización de la guerra e incluso hasta nuestros propios días. 

Maus es un reflejo de la condición humana más oscura. De los riesgos de la segregación, de las ansias de conquista, del odio hacia lo distinto y de la barbarie más absoluta. 

Art Spiegelman, su autor, es el hijo de Vladek, el protagonista de la novela gráfica. Art escribe y dibuja el cómic, pero lo protagoniza desde dentro, usando recursos metaliterarios para contarnos no solo la vida de su progenitor, también la de toda su familia y la suya propia. Nos enseña que las consecuencias de lo acontecido se prologaron durante el resto de la vida de su padre, pero también en la suya propia aunque no la viviese en primera persona. La guerra no mató a Vladek, pero destruyó la persona que fue, para siempre

Todo lo que se nos narra en las viñetas de Maus, nos hace reflexionar sobre lo que Vladek vivió, sobre el tremendo despropósito que fue todo aquello, pero también y de modo más general sobre cómo los grandes traumas marcan de por vida no solo a quienes los viven, sino también a todas las personas de su entorno más inmediato. 

La trascendencia de la obra es tal, que ha sido la única en recibir (dentro de su formato, el del cómic) el premio Pulitzer. Pero más allá de premios, la trascendencia queda palpable una vez que terminas y cierras su contraportada y sientes la necesidad de ir y comentar con alguien todo lo que has leído. Las veces que te has llevado las manos a la cabeza con cosas  que pocas obras ficticias de terror podrían igualar. 

Hay que leer Maus y hay que animar a que los demás lo lean. Leedlo.



"Mickey Mouse es el ideal más lamentable que jamás haya visto la luz... Un sentimiento sano indica a cualquier joven independiente y a toda juventud honorable que esa alimaña sucia e inmunda, el mayor portador de bacterias del mundo animal, no puede ser el tipo ideal de animal... ¡Fuera la animalización judía del pueblo! ¡Abajo con Mickey Mouse! ¡Lucid la cruz gamada!" 

                            Artículo de periódico, Pomerania, Alemania, mediados de la década de 1930. Art Spiegelman utilizaría, más tarde, a los ratones para representar al pueblo judío en su obra, Maus.


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