Las puertas de la Casa de la Muerte, de Steven Erikson (Malaz: El Libro de los Caídos II)
J. K. Drummong
Sinopsis:
Debilitado por los acontecimientos de Darujhistan, el Imperio de Malaz se halla al borde de la anarquía. En el vasto dominio de las Siete Ciudades, en el desierto Santo Raraku, la vidente Sha'ik y sus seguidores se preparan para el Torbellino, la sublevación profetizada desde hace mucho tiempo. Estallará uno de los conflictos más sangrientos de su historia y surgirán nuevos destinos y leyendas.
Sobre el autor:
Steven Erikson (Toronto, 1959), arqueólogo y antropólogo, es una de las mayores voces de la fantasía épica contemporánea gracias a su decalogía Malaz: el Libro de los Caídos, una de las obras más ambiciosas y osadas que el género ha dado en las últimas décadas.
Originalmente publicada entre 1999 y 2011, Malaz ha sido desde entonces definida como "una obra maestra indiscutible de la imaginación", capaz de labrarse un público fiel en las principales lenguas del mundo. Los jardines de la Luna, primer volumen de la saga, fue finalista del World Fantasy Award del año 2000. Todos los títulos de la serie están publicados por NOVA.
Reseña:
Qué difícil me resulta siempre hacer una reseña sobre la segunda parte de una saga. No obstante, "Las puertas de la Casa de la Muerte" va a ser una excepción ya que no hablamos de un libro que continúe directamente una historia más allá de algún personaje que sí enlaza ambos libros.
Erikson nos trae un segundo volumen en el que los lectores vamos a sentirnos (de nuevo) desconcertados. Vamos a dejar atrás a la inmensa mayoría de personajes que conocimos en Los jardines de la Luna, cuya reseña podéis leer aquí. Nos va a tocar lidiar con la lluvia de nombres que el autor nos va a presentar y solo vamos a poder anclar la historia de alguno de ellos que comparte protagonismo en ambos libros, continuando uno de los arcos que se abrió en aquel.
Tierras nuevas, personajes nuevos, tramas nuevas y retos distintos pero manteniendo lo que caracterizó a aquel primer tomo: una épica creciente y un carisma desbordante para varios de los responsables de seguir enganchándonos a Malaz.
Quizá sea por venir prevenido de su libro anterior, pero ya no sorprende ni me choca que ponga en práctica el soltarnos en mitad de la acción (in media res). De hecho es algo que he disfrutado muchísimo y que cada vez me gusta más en este y en otros libros.
También es cierto que estamos ante un libro que da menos circunloquios (o puede que sea como digo que me he adaptado a ello), pero la sensación es de que todo se nos narra de forma algo más lineal, pero manteniendo los varios arcos de forma paralela que acostumbra a presentarnos Erikson.
Las puertas de la Casa de la Muerte me parece superior en absolutamente todo lo que leí en Los jardines de la Luna. Es cierto que habrá quien sea más fan de un personaje o de otro y eso le pese en alguna de las dos lecturas, pero creo que está mejor narrado, tiene más empaque lo que se cuenta y genera una tensión e interés genuinos que en mi opinión, están bastante por encima del primer libro.
Voy a quedarme definitivamente con Duiker (el historiador imperial) y con el arco de Coltaine como grandes estandartes de lo que construye el autor. Hacía mucho que no disfrutaba tanto de una huida, del barro y de la suciedad. Si me van a traer historias como esta, bienvenidos sean cada uno de los tomos de la decalogía y de los libros que transcurren de forma paralela.
Malaz es fantasía épica, pero también sabe ser oscuro, sucio, violento y cruel cuando quiere serlo. Nos ofrece un mundo en el que la primera impresión es que puede pasar literalmente cualquier cosa, pero solo porque las reglas internas se nos ofrecen a base de pinceladas. Pero cuando vamos encajando el puzle, por mucho que nos quede todavía una pila de piezas por colocar, es inevitable sonreír por el disfrute que dejamos atrás pero sobre todo por el que tenemos por delante.
En definitiva, Las puertas de la Casa de la Muerte es un libro más redondo que Los jardines de la Luna. Creo que resulta algo más amigable, ya sea por la adecuación del lector al estilo del autor o por la estructuración de este segundo volumen. Me resulta imposible no utilizar la palabra imprescindible para todos aquellos lectores de fantasía que gusten de las buenas historias y de los personajes memorables. Épica a raudales y excesos de todo tipo. Literatura de la que me gusta y que justifica que últimamente mi ocio recaiga cada vez más en los libros.
Su aparición y desaparición, y sobre todo su indiferencia para con los cuatro mortales de la superficie, constituían un recordatorio aleccionador de que el mundo era mucho mayor que la forma en que lo definían nuestras propias vidas, nuestros deseos y nuestras metas.
Su aparición y desaparición, y sobre todo su indiferencia para con los cuatro mortales de la superficie, constituían un recordatorio aleccionador de que el mundo era mucho mayor que la forma en que lo definían nuestras propias vidas, nuestros deseos y nuestras metas.
Violín.
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