La casa al final de Needless Street, de Catriona Ward

 



Sinopsis:

Todos los monstruos tienen una historia.

La casa al final de Needless Street es la historia de una niña que desapareció once años atrás en una excursión a un lago. De su hermana, Dee, una mujer vulnerable que sigue buscándola y rastreando a los sospechosos, después de que la tragedia destruyera a su familia. De Ted, que siempre fue un muchacho extraño y podría haber sido responsable de la desaparición de la niña. Ted vive ahora aislado con su hija y una gata en una casa decrépita y ha tapiado todas las ventanas, por las que solo penetran fragmentos de luz. Ted conoce muy bien el bosque que hay junto a su casa. Allí ha buscado refugio muchas veces y está enterrada parte de su pasado.



Ficha:

Título: La casa al final de Needless Street.

Autora: Catriona Ward.

Editorial: Runas (Alianza Editorial)

Traducción: Cristina Macía.

Número de páginas: 328.








Sobre la autora:

Catriona Ward nació en Washington DC y actualmente vive en Londres y Devon. Estudió en Oxfor y realizó el máster de escritura creativa en la Universidad de East Anglia. Su primera novela, "Rawblood", obtuvo el premio August Derieth en 2016, por lo que es la única mujer que ha recibido este premio dos veces seguidas. Su novela "La casa al final de Needless Street", ha sido unánimemente elogiada.








Reseña:

Tanto en el cine como en la literatura en ocasiones nos topamos con obras en las que alguien nos dice que cuanto menos sepamos, mejor. "La casa al final de Needless Street" de Catriona Ward, es un clarísimo ejemplo de lo que digo ya que la mayor fortaleza del libro es la de sorprender continuamente al lector. 

Durante la lectura, he ido pasando por diferentes estados emocionales que resumen a la perfección lo que podemos encontrar en la novela de Catriona. En un comienzo, me sentí perdido, al leer una serie de situaciones aparentemente inconexas mezcladas con otras que eran del todo surrealistas. No obstante, el tono con el que se presenta la historia es absorbente y esa sensación de desconcierto, por fortuna, no llega a empañar el poso que poco a poco se va asentando sobre un ambiente misterioso e intrigante

Más avanzada la trama, comprobé que el "mal rollo" que poco a poco va calando en el lector iba justificando en si mismo esos primeros compases más anárquicos. 

Y finalmente, hay un momento clave en el que haces "clic" y no puedes literalmente parar de leer. Se suceden los acontecimientos y la sensación es de echarte las manos a la cabeza una y otra vez, unido a las ganas que tienes de comentar con alguien, con quien sea, lo que estás leyendo. Pero este, es un libro que como he dicho, es mejor guardarse para uno mismo todo lo que se pueda y recomendar encarecidamente a los demás que lean. Aunque solo sea por el egoísmo último de querer compartir todo lo que has leído con alguien más que con tus pensamientos.

No estamos ante una novela que pueda definir claramente como "de terror", aunque sí que considero que las sensaciones de angustia, perplejidad y de relaciones personales terribles a todos los niveles, termina horadando la mente del lector y la percepción es bien cercana a la del miedo, aunque sin llegar a considerarlo como tal. Es un libro de intriga pura y dura, con un ambiente tétrico y unos personajes inolvidables.

Decir mucho más, considero que sería traicionar a la propia obra y de algún modo estropear la que como dije en un comienzo es su principal virtud, la de descolocarnos continuamente y sorprendernos.

No hay mejor muestra de lo que nos parece un libro que la de comprobar qué es lo que hacemos al término de su lectura. En mi caso, recomendar su lectura a mi círculo más cercano ya que más allá de los gustos de cada cual, es difícil que no remueva a cualquiera que se adentre en sus páginas y que no termine por disfrutarlo de un modo parecido al mío.

Qué auténtica maravilla, por cierto, es el postfacio que la propia autora escribe al término de la novela, para aclarar el motivo para escribir algo como "La casa al final de Needless Street" incluso aportando bibliografía, cosa nada habitual en novelas de ficción.

En definitiva, Catriona Ward nos ofrece una novela de las que no puedes olvidar el viaje ni su final. De esas que llegados a cierto punto, devoras por pura necesidad. Que te golpea con pasajes verdaderamente duros a nivel emocional y que aunque pueda pecar de algo tramposa en algún punto, no queda otra que rendirte ante ella y correr en busca de más títulos de la autora.


La vida va muy deprisa. Nada sigue igual para siempre, ni siquiera las cosas malas.

                             Ted.


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