El rastro del rayo, de Rebecca Roanhorse
Sinopsis:
Ahora los dioses y los héroes de las leyendas recorren la tierra, pero también los monstruos.
Maggie Hoskie es una cazadora de monstruos de Dinétah, una asesina dotada de poderes sobrenaturales. Y ella es la última esperanza de un pequeño pueblo que necesita ayuda para encontrar a una niña desaparecida. Pero lo que Maggie descubre sobre el monstruo que hay tras la desaparición de la pequeña es mucho más aterrador que cualquier cosa que pudiera imaginar.
A regañadientes, Maggie recibe la ayuda de Kai Arviso, un curandero poco convencional, y juntos viajarán por la reserva desentrañando pistas de antiguas leyendas, intercambiando favores con embaucadores y luchando contra la brujería oscura en un mundo fallido.
A medida que Maggie descubre la verdad detrás de los asesinatos, tendrá que enfrentarse a su pasado si quiere sobrevivir.
Bienvenidos al Sexto Mundo.
Ficha:
Título: El rastro del rayo.
Autor: Rebecca Roanhorse.
Editorial: Red Key Books.
Portada: Tommy Arnold.
Traducción: Raúl García Campos.
Número de páginas: 332.
Sobre la autora:
Rebecca Roanhorse es una escritora de origen afroamericano y con raíces nativas americanas del pueblo de Ohkay Owingeh. También es abogada y graduada por Yale y vive en el norte de Nuevo México con su hija, su esposo y su perro. Es autora de varios relatos cortos premiados y ha publicado exitosas novelas, incluyendo dos de la serie El Sexto Mundo: Trail of Lightning (ganadora del premio Locus) y Storm of Locusts, así como Star Wars: Resistance Reborn, Race to the Sun, y dos libros de la trilogía de fantasía épica Between Earth & Sky: Black Sun (finalista de los premios Hugo, Nebula y Locus) y Fevered Star.
Reseña:
Para los que ya tenemos cierto bagaje en la lectura de libros cuyo eje fundamental es la fantasía, cualquier obra que se salga de los cánones que estableció Tolkien, nos supone un soplo de aire fresco. Rebecca Roanhorse —la autora de El Sexto Mundo, que se inicia con este "El rastro del rayo"— nos trae una ambientación de lo más sugerente. No por novedosa, ya que volvemos a encuadrarnos en un mundo postapocalíptico al que muchos escritores han recurrido, pero sí en lo que respecta a quienes dominan este mundo tras el apocalipsis.
Y es que si algo puedo destacar de este libro es la frescura de sus personajes en lo que respecta a su imaginario, la mitología que plantea y lo que supone para el lector que no esté familiarizado con ello —como un servidor—. La mitología navaja que aquí vertebra la historia es de lo más atractiva para alguien que ya tiene muy trilladas las más habituales. Así, vamos a ir conociendo personajes inmortales, por encima de los seres humanos, que se ven representados en ocasiones como hijos de un dios o como seres realmente misteriosos que nunca sabes por dónde van a salir. Se juega muchísimo con los grises, evitando que sean vistos desde la perspectiva de la luz y de la oscuridad. Tienen aristas, toman decisiones cuestionables y sobre todo, son difíciles de entender en su totalidad para los mortales que protagonizan el libro.
Estos personajes humanos que entremezclan sus vidas con la de otros inmortales y con la de monstruos que representan a los demonios de la cultura navaja, son el pilar fundamental de la obra de Rebecca. Maggie será quien nos ofrezca su perspectiva sobre todo lo que va sucediendo. De este modo, la narración atiende a una fórmula en primera persona que nos va a permitir conocer los hechos desde una reducida parcela de la realidad. A la vez, nos va a dar a conocer de un modo más profundo cómo siente y piensa Maggie. Podremos ir desentrañando su pasado y dar perspectiva a cómo se ha ido construyendo su forma de ser actual, sus miedos, su ansiedad y su desconfianza hacia todos los demás. Maggie no es una heroína arquetípica, ya que se mostrará vulnerable en muchos momentos, dejándose arrastrar por otros personajes. Es una mujer dura, qué duda cabe, pero es gratificante comprobar que no deja de ser una persona de carne y hueso, trabajándose sus traumas en la misma medida —o más— que su faceta de cazadora de monstruos y de sus poderes sobrenaturales otorgados por sus clanes.
Kai es el otro gran pilar en cuanto a personajes humanos que sustenta la obra. Un curandero que contrapone su forma de ser a la de Maggie y que ofrece una química incuestionable con nuestra protagonista. El viaje más personal de Maggie no se realiza alrededor de seres místicos, se lleva a cabo junto a su compañero de andanzas. Si bien entre ellos se establecen unas relaciones y un modo de proceder que sí resultan más cercanos al cliché de pareja de aventuras que estamos acostumbrados, resulta curioso y valiente que los roles habituales en cierto sentido estén cambiados. Se agradece la novedad.
La trama, sin ahondar demasiado en ella, llevará a los dos a un continuo correcalles en busca de respuestas. Redunda en una narrativa ágil, simple y que podríamos resumir en que estamos ante un verdadero "pasapáginas". Los momentos de acción están bien trabajados y con los diálogos con determinados personajes que hacen de puntos de anclaje en el viaje, resultan en un conjunto muy gratificante.
Encontraremos algún giro de guion inesperado, aunque bien podría predecirlo alguien que no haya estado tan absorto como yo en la lectura y que dedique cierto tiempo a una reflexión durante la misma sobre lo que está sucediendo,
Hay que mencionar, que el vocabulario navajo está muy presente a lo largo de todas las páginas de El rastro del rayo. Son palabras de difícil pronunciación, con un sistema de acentuación muy distinto al nuestro y que supone un hándicap de cara a poder recordar ciertos conceptos o el nombre de algunos seres. Hubiese agradecido un glosario de términos que me hiciese esta parte algo más ligera.
En definitiva, me quedo con ganas de conocer más sobre el Sexto Mundo y sobre las implicaciones que tiene lo acontecido en su recta final. A buen seguro volveré a montar en la camioneta de Maggie, en busca de más respuestas y nuevas aventuras a lo largo del mundo que ha construido Rebecca, en el próximo libro de la bilogía, el cual publicará Red Key Books próximamente..
Sin embargo, yo no soy ninguna heroína. Soy, más bien, el último recurso, la táctica de la tierra quemada. Soy esa persona a la que se contrata cuando los héroes han vuelto a casa en una bolsa para cadáveres.
Sin embargo, yo no soy ninguna heroína. Soy, más bien, el último recurso, la táctica de la tierra quemada. Soy esa persona a la que se contrata cuando los héroes han vuelto a casa en una bolsa para cadáveres.
Maggie Hoskie.
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