No hay lobos en Tesakowa, de Mónica Cuartero Santo

 


Sinopsis:

Los lobos grises se han extinguido en la región siberiana de Tesakowa, y la Unión Planetaria de las Naciones Hermanas de la Tierra le ha concedido el permiso a NatEnergy para que extraiga el gas oculto en su subsuelo. La fotógrafa Rebeca Nerin trata de demostrar que los lobos todavía subsisten en la región, pero será Basilisa Weise, la comandante encargada del desalojo de la comunidad humana de Tesakowa, quien se encontrará, sin desearlo, desempeñando un papel crucial en la misma misión.

Basil emprende una búsqueda a través de la taiga. Siguiendo los pasos de un mítico personaje de un cuento ruso con el que comparte nombre, tendrá un encuentro con Baba Yagá y recuperará las piezas de su pasado, tratando de encontrar sentido a su presente, solo para descubrir que el destino de Tesakowa, los lobos y el suyo propio están unidos.



Ficha:

Título: No hay lobos en Tesakowa.

Autora: Mónica Cuartero Santo.

Editorial: Ediciones El Transbordador (Saga Egmont del audiolibro).

Portada: Diego A. Bartolomé. 

Narradora: Marta Aparicio.

Número de páginas: 268.

Duración del audio: 9 horas y 4 minutos.







Sobre la autora:

Mónica Cuartero Santo (Cox, Alicante, 1980).

Desde su infancia se siente fascinada por los cuentos de hadas, los mitos y las leyendas, cuanto más antiguas, mejor. Tal vez por eso se licenció en Historia. Puede que también sea el motivo por el que devora libros de Fantasía y se empeña desde la adolescencia en poner palabras a los mundos que transitan su imaginación.

Actualmente es profesora de Secundaria y sigue escribiendo.

Ediciones El Transbordador publicó en formato digital su primera obra, Hijos del río, en agosto de 2018.








Reseña:

El segundo libro que he tenido ocasión de escuchar en formato audiolibro ha sido "No hay lobos en Tesakowa", de Mónica Cuartero Santo y Ediciones El Transbordador que hasta ahora solo me ha dado obras fascinantes. En esta ocasión, no ha habido excepción a la regla: me ha encantado.

Me gustaría comenzar abordando algo que después de mi corto bagaje por los audiolibros, no considero baladí: la narradora. Marta Aparicio hace un trabajo verdaderamente reseñable, modulando la voz en función de los personajes, llevando a cabo una narración que suma puntos a la obra de Mónica Cuartero. Estamos ante un audiolibro que es fácil de recomendar y esto, no es algo habitual, como estoy comprobando con diversos libros que tras escuchar unos fragmentos prefiero reservar su lectura al formato papel o electrónico.

Centrándonos ya en el propio contenido de "No hay lobos en Tesakowa", hay que decir que es una obra que amalgama diferentes aspectos que llamaron poderosamente mi atención tras la recomendación de una persona en mi grupo de Telegram de literatura. Tenemos un fondo de ciencia ficción con raíces claramente ecologistas y con una fuerte base en la tradición de una cultura totalmente desconocida para mi: la rusa. Si estos ingredientes no son suficientes para atraer a cualquier lector que guste de la literatura de género, trataré de, en los siguientes párrafos, expresar de forma clara el motivo de que me haya gustado tanto el libro hasta el punto de poder recomendarlo con los ojos cerrados a cualquier tipo de lector, incluso fuera del habitual de la ciencia ficción.

La humanidad ha logrado colonizar otros mundos tras dejar el nuestro hecho unos zorros (son tantos ya los avisos que nadie podrá llevarse las manos a la cabeza sorprendido cuando pase). En esta carrera por el espacio, se han intentado respetar los ciclos ecológicos de otros mundos colonizados pero no se tiene la misma consideración con nuestro planeta natal. Las enormes empresas relacionadas con la extracción de fuentes de energía tienen un poder gigantesco (esto bien podría no ser ficción) hasta el punto de lograr obtener el permiso para devastar Tesakowa (una zona siberiana) para extraer gas. Este permiso ha sido obtenido debido a la extinción del lobo autóctono de la zona. Esta es la base principal sobre la que se sustenta la historia y sobre la que girarán los acontecimientos sobre los que avanza la misma.

Todo el trasfondo (lo que llamamos habitualmente "worldbuilding") se va construyendo poco a poco con las experiencias vividas por la protagonista: Basilisa Weise. Basil es un personaje verdaderamente profundo, con una fuerza interior y un carácter difícilmente olvidables. Su vida, contada en retrospectiva, desde su niñez hasta la etapa adulta es lo que definitivamente me ha ganado. Es esta parte la que vertebra la obra. La que da sentido a la recomendación para cualquier tipo de lector, más allá de los prejuicios que se puedan tener por un género que en principio, no es de masas. La vida de Basil, sus penas, sus pensamientos y sobre todo su resiliencia sirven de alimento para el alma del lector y son una muestra perfecta de cómo la ciencia ficción también puede contar historias terriblemente humanas. Hay paralelismos con la historia más oscura de la humanidad, con esos barrios judíos en los que el ejército nazi grabó con fuego y sangre la etapa más dura y difícil de nuestra especie. Mónica nos recuerda que la historia es cíclica y que los acontecimientos del pasado tienden a repetirse y a proyectarse hacia el futuro. El libro podría funcionar perfectamente sin la historia de Tesakowa y los lobos, pero funciona todavía mejor como un todo. Ese todo nos trae una biografía de las que atrapan de su personaje principal, que va desgranando su personalidad a lo largo del tiempo y referenciando la sociedad actual de la novela. 

Puede que otras personas se queden con su fondo de ciencia ficción, que está genialmente construido o con el mensaje ecologista que vibra constantemente con la búsqueda de los lobos en Tesakowa por una fotógrafa, la cual trata de obtener una imagen de ellos que demuestre que todavía viven, pero a mi particularmente lo que me ha enganchado ha sido la vida (y obra) de Basil

Me pongo en la piel de Mónica y es entonces cuando trato de dar el verdadero valor que tiene escribir algo que aglutina todo esto y lo hace tan bien. Que lo hace además tan bonito, con una prosa que esconde detrás la pluma de alguien que escribe tan bien además de ser una genial narradora de historias.

Para redondear la novela, la historia nos ofrece pinceladas de una cultura que para la mayoría entiendo que será desconocida, como lo es para mi. El personaje de Baba Yagá es recurrente en el folclore eslavo y en "No hay lobos en Tesakowa" tiene una relevancia capital. No quiero contar más de esta bruja que pone el toque de magia que al final va a impregnar una obra que durante la casi totalidad de la misma ha transcurrido por los cauces de la lógica y de lo humanamente posible. Qué difícil, insisto, es mezclar todo esto y hacerlo tan bien. No puedo más que rendirme de nuevo ante el tipo de obras que traen a mi casa culturas que desconozco y que lo hacen de este modo.

En definitiva, "No hay lobos en Tesakowa" es una obra de ciencia ficción, con carácter ecologista, con un pilar potentísimo centrado en la vida de su protagonista (una mujer con una personalidad fortísima) y con una magia que parece devolver a la humanidad a su estado más primigenio en contraposición al estado evolutivo en el que se encuentra. Una lectura que podéis disfrutar tanto en un formato más tradicional como en audiolibro, pero que de cualquier modo me atrevo a decir que va a gustar seas el tipo de lector que seas.



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