El nombre del mundo es Bosque, de Ursula K. Le Guin

 



Sinopsis:

En el planeta Athshe, el ciclo de la vida, la cultura, las costumbres, los modos mentales nacen y se desarrollan en la estabilidad autónoma del cosmos, pero la llegada de una expedición terrestre cambiará dramáticamente el pacífico modo de vida de los nativos del planeta.

Dentro de la gran tradición literaria de las utopías y anti-utopías que se inicia en el siglo XVII, El nombre del mundo es Bosque muestra una vez más la claridad y el poder de la visión "ecológica" de Ursula K. Le Guin: un universo dinámico y en equilibrio que se mantiene en el tiempo de acuerdo con las leyes propias que no admiten la intromisión del hombre.

Ficha:

Título: El nombre del mundo es Bosque

Autor: Ursula K. Le Guin

Editorial: Minotauro (esenciales)

Traductora: Matilde Horne

Número de páginas: 160



Sobre el autor:

Ursula Kroeber Le Guin, nacida en Berkeley (California) en 1929 y fallecida en Portland (Oregón) en 2018, cultivó tanto la narrativa, en forma de novela y cuento, como la poesía y la crítica. Su amplia obra ha merecido múltiples galardones, entre los que destacan el National Book Award, el American Book Award y numerosos premios Hugo, Nebula, Jupiter y Locus. En 1991 recibió el Harold D. Vursell Memorial Award, otorgado por la American Academy and Institute of Arts and Letters, y en 2001, el SF Hall of Fame a toda su trayectoria. En el otro viento, la última novela de Terramar incluida en el volumen Historias de Terramar, recibió en 2002 el Premio World Fantasy. En 2003 fue elegida Gran Maestro por la SFWA, la asociación norteamericana de escritores de ciencia ficción. Ella misma se describía como una persona "feminista, conservacionista, ecologista, norteamericana, apasionadamente comprometida con la literatura, paisaje y vida de la Costa Oeste".


Reseña:

Ursula K. Le Guin basó parte de sus novelas en un universo imaginario denominado el Círculo de Ekumen. En este universo, la humanidad reside en un planeta llamado Hain y se les denomina hainitas. Poco a poco se va expandiendo y colonizando distintos lugares hasta que la civilización hainita se viene abajo dejando "húerfanos" a las colonias (entre ellas el planeta Tierra), que terminan olvidando la existencia de esta antigua civilización.

Esta introducción es necesaria, ya que El nombre del mundo es Bosque se encuadra dentro del Ekumen. No obstante conviene señalar que las referencias y las conexiones desde el punto de vista del lector que se adentra por primera vez en la obra de Le Guin, no suponen una barrera en absoluto. De este modo, no es necesario leer las novelas en ningún orden preestablecido (dicho por la propia autora) y se pueden entender como obras independientes. Es cierto que hay elementos como el ansible (un dispositivo o avance tecnológico que permite la comunicación instantánea entre mundos por muy alejados que estén) que hilan de algún modo la historia de la federación galáctica de los humanos, pero lo hace con pequeñas pinceladas únicamente.

Y es que, el libro que nos atañe, tiene un carácter totalmente local. No pretende trascender más allá del lugar donde suceden los hechos y aborda una temática centrada en la ecología, en los peligros del odio hacia el diferente y los perjuicios que traen cualquier colonización de una civilización con relación a otra.

El nombre del mundo es Bosque, es una novela corta con una historia sencilla, que no busca sorprender en ningún momento al lector. Su intención es más bien concienciar sobre los aspectos que he señalado anteriormente. 

Con esta perspectiva, podemos esperar una historia centrada en los personajes. En concreto, en tres personajes que actúan como bisagras sobre las que se desliza lo que se nos va contando. Por un lado tenemos a Davidson, un capitán del ejército colonianista que participa en las tareas de esquilmar el planeta Athshe de un bien preciado por la humanidad: la madera. En él residen todos los peores instintos que podamos imaginar del ser humano, como la supremacía racial, el aborrecimiento del que es distinto o la idea de poner por delante de la vida de los demás los intereses más superficiales y materiales. Su némesis es Selver, un athshiano (o crichi, como les llaman de forma despectiva) que va a liderar una rebelión auspiciada por una situación de esclavitud sobre su propio pueblo. Por último, tenemos a Lyubov, otro humano (o yumeno, como les llaman los athshianos) que va a destinar todos sus esfuerzos en que los abusos que se están cometiendo sean conocidos fuera de Athshe y se ponga fin a ellos.

Los personajes no sufren una evolución demasiado notoria. Cada uno cumple con su rol y su único cometido es mostrarnos su visión sobre todo lo que está aconteciendo. Son, las tres patas de un banco sobre las que se sustenta todo el conflicto y en quienes recaerá prácticamente todo el peso de la novela.

Si los personajes no son profundos, la historia no tiene giros inesperados ni supone un punto fuerte de la novela, ¿qué nos queda?. Así fue como me sentí tras alcanzar el ecuador de la lectura. Algo desanimado y con algún fragmento especialmente confuso por el lenguaje que usan los athshianos y su mezcla de mundo real con onírico. No obstante, poco a poco fui viendo las cualidades positivas, como el mensaje que trata de transmitir (la importancia de la naturaleza, los destrozos ocasionados por el colonialismo y sobre todo, las pinceladas que se iban dando en referencia a qué hacían los humanos en este mundo que es mejor no develar, claro está).

Las diferencias en la construcción de las relaciones sociales de los humanos con respecto a los athshianos, los detalles que ofrece Ursula sobre ello y el cómo nos muestra que no hay un único camino en el entendimiento entre iguales es lo más bello del libro, sin ningún tipo de duda. Es esta parte la que finalmente me hace concluir que es una novela recomendable que puede llegar a gustar incluso al lector que no esté acostumbrado a la ciencia ficción y busque una historia y unos personajes que dejen al final un poso de cierta reflexión en relación a esto que menciono.


Ninguno de ellos tenía verdaderas agallas. Ninguno lo respaldó cuando la situación se puso realmente difícil. Tarde o temprano todos se unirían contra él, y solo porque nadie era como él. Los débiles conspiran contra los fuertes, y el hombre fuerte tiene que luchar a solas y cuidar de si mismo.

                             Davidson.


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Comentarios

  1. Lo leí hace poco y me encantó, sobre todo porque trata temas "modernos" a pesar de que fue escrito hace décadas. Me gusta tu blog y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
    Un abrazo.

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    1. Hola Rocío. Me ha encantado pasarme por ti blog. Sobre todo porque he descubierto varios libros que no tenía en el punto de mira.

      Gracias por tu comentario. Nos leemos.

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